Las propiedades antiinflamatorias y analgésicas del láser desempeñan un papel fundamental en el tratamiento de diversas lesiones de la cavidad oral, como el herpes, las aftas y la queilitis, así como en el tratamiento de los trastornos de la articulación temporomandibular (ATM). 

La luz láser libera al paciente de estas molestas patologías y reduce la sensación de dolor, proporcionando alivio inmediato sin necesidad de tomar medicamentos antiinflamatorios o analgésicos.